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No vendrá del este ni del oeste,
ni del desierto ni de las montañas;
es Dios quien juzga:
a este humilla, a aquel exalta.
Una copa hay en la mano del Señor,
un vino espumoso mezclado con especias;
de él escancia y los malvados de la tierra
lo beben, lo apuran hasta el fondo.

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